martes, 26 de junio de 2007

Friquis o la búsqueda de la identidad



Si ponéis en un buscador la palabra inglesa freaky (“friqui” en español) podréis encontrar más de 12.700.000 entradas, su homónima española 4.960.000. A estas alturas será raro encontrar alguien que no haya oído nunca esta palabra. Sin duda alguna es uno de los anglicismos que más rápidamente se han incorporado a nuestro lenguaje y es fácil oírlo nombrar con frecuencia entre los jóvenes y no tan jóvenes. Este sustantivo deriva del verbo inglés freak, que significa anormal, raro, imprevisto; de hecho, aplicado a la naturaleza, su significado es persona, animal o cosa que no es físicamente normal, es decir, lo que conocemos como un ‘fenómeno de la naturaleza’, algo que se sale de la normalidad. Por eso, con este término se designan a aquellas personas que por su comportamiento, aspecto o pensamiento resultan raros, extraños, y se aplica también a aquél que se interesa desmesuradamente por un tema particular. Estas dos acepciones las hallamos unidas en los primeros “friquis”, que es como empezó a llamarse a los fanáticos de películas de “culto” como “Freaks”, “Metrópolis”,… que se dedicaban a coleccionar carteles, artículos y organizar encuentros para hablar de esas “extrañas” películas.

Hoy en día, podemos decir que el fenómeno “friqui” va en aumento. Los multitudinarios encuentros de personas disfrazadas de personajes de “La Guerra de las Galaxias” o “El Señor de los Anillos”, la pasión por vivir situaciones imaginarias en los juegos de rol, el auge de la ciencia ficción y lo fantástico en el cine y la literatura, nos hablan de una evasión de la realidad que si bien, en pequeñas dosis, puede ser necesaria y hasta buena, sin embargo, resulta enfermiza cuando se convierte en un “modus vivendi”, en una realidad ficticia en la que se entra por aburrimiento, aislamiento, inconformismo o lo que es más grave todavía por la falta de referentes reales sobre los que construir la propia vida.

Puede ser este fenómeno un modo de declarar la profunda insatisfacción hacia un mundo uniformado y tecnócrata, donde la productividad económica deshumaniza todo lo que toca y el pensamiento único se impone por encima de los individuos y su rica pluralidad. Pero, aún considerando esta premisa, no deja de ser por ello una huida, un modo falso de afrontar la frustración que la realidad produce.

La realidad no es negativa de por sí. Somos nosotros los que la hacemos negativa, somos nosotros los que le ponemos trabas a una vida que se nos ha dado para nuestra dicha. Sólo si la asumimos como tal y tratamos de transformarla desde la libertad y el amor, será posible encontrar nuestro sitio en la vida. Es en ese intercambio recíproco entre cada uno y ella donde encontraremos nuestra propia identidad. Y ya no tendremos necesidad alguna más de evasión, si acaso, para jugar y descansar un rato, y de nuevo volver a la hermosa tarea de construir la vida, la real, por supuesto.
Francisco J. Campos Martínez

lunes, 25 de junio de 2007

Un verano de aventura

Desde el pasado jueves por la tarde ha comenzado el período estival. Los niños, contentos por no tener que ir más a clase en varios meses, corretean y juegan alegres, o se preparan ante el monitor, ávidos de wii, playstation, xbox o similares. Seguro que lo hay, pero no conozco niño que no se alegre de que empiece el verano.

No puedo decir igual de sus mayores. Para muchos las vacaciones son un período complicado, y a veces hostil. Unas semanas donde el ritmo establecido se quiebra con resultados imprevisibles: encuentros familiares no deseados, desplazamientos “poco consensuados”, gastos que se multiplican… y hasta crisis matrimoniales.

Una serie de elementos que rompen la cansina, pero apacible rutina en la que muchos se desenvuelven. Dejamos cada uno la seguridad de “nuestro puesto”, para entrar en unos días de convivencia donde no hay papeles preestablecidos, y se vive un poco “a la aventura”. Para evitar esto hay quien planifica muy bien hasta el último minuto de sus vacaciones.

También hay quien se deja llevar por su corazón aventurero y aprovecha para pensar más en su familia y olvidarse de su tarea cotidiana. Hay quien gusta de emprender nuevos diálogos con viejos amigos y de abrir nuevas puertas a la relación familiar o matrimonial. Hay quien desea romper convencionalismos y compartir ideas, sueños, sentimientos… que en otro tiempo no hay ocasión de expresar. Un verano así es siempre distinto, sorprendente, también esforzado, pero siempre rico e ilusionante.

Manuel Quintana M.

domingo, 17 de junio de 2007

No hipotecar la propia vida

Hace ya bastante tiempo que en nuestro país tenemos suficiente nivel económico para que una gran mayoría subsista sin tener que pasar graves apuros. Pero, aunque hay quien holgadamente, también es cierto que son un gran número los que llegan con lo justo al final del mes. Hoy la alimentación, ropa, transporte… suponen un gasto importante en muchos presupuestos domésticos. Y, sobre todo la adquisición de una vivienda, se ha convertido en un problema difícil de resolver para muchas familias que comienzan.

Las soluciones a esta situación suelen acarrear un "coste" social o familiar importante: pluriempleo, reducción del número de hijos –no hay tiempo para educarlos ni medios para mantenerlos-, traslados por motivos laborales y posible alejamiento del núcleo familiar… Un coste humano a veces alto, que es factor determinante a la hora de organizar la vida familiar.

Además, nuestro estilo de vida consumista a menudo multiplica los gastos. No obstante, incluso optando por un estilo de vida austero, hay situaciones en las que solamente multiplicando la actividad laboral se pueden sufragar los gastos comunes.

En una situación como ésta, el trabajo centra fuertemente nuestra atención, y condiciona nuestro estilo de vida. Con frecuencia se encuentran familias sometidas a un ritmo en el que el tiempo no se distribuye en función de las relaciones humanas, sino de la productividad. Tanto es así, que resulta difícil que padres e hijos puedan pasar suficiente tiempo juntos. Más bien se tiende a que el tiempo de los hijos también sea productivo para ellos, multiplicando las actividades extraescolares de diversa índole que realizan.

Para otro tipo de relaciones sociales, o para un compromiso de tipo religioso queda aún mucho menos tiempo.

Podemos así perder de vista el sentido de la familia y de las relaciones humanas. Nos olvidamos de que aquello que nos hace más humanos no es cuantitativo en términos económicos, y que sin embargo es aún más necesario que el sueldo que nos sostiene. Olvidamos que el mayor capital que tenemos son las personas a las que amamos. Olvidamos que el mejor fruto que podemos recoger es una familia que permanece unida. Olvidamos que para educar bien lo más importante es pasar tiempo con los hijos. Y olvidamos que para que la familia perdure necesitamos mirar a un Dios cuyo mayor beneficio es velar por que la armonía y la paz sean el alimento cotidiano con el que se sostienen sus hijos. La fe en Él hace que no olvidemos el verdadero valor de cada cosa.

Manuel Quintana M


viernes, 15 de junio de 2007

Las relaciones humanas: nuestra auténtica riqueza

El Instituto Nacional de Estadística ha publicado las estadísticas del año 2005 sobre separaciones matrimoniales, divorcios y nulidades. Es un año de especial interés porque entró en vigor la reforma conocida como divorcio express, contabilizándose 72.848 disoluciones matrimoniales, un 42,91% más que el año anterior, mientras las separaciones cayeron un 21,55% y las nulidades un 14,72%.

Gráficos: Bitácoras Jurídicas

Compartiréis conmigo que un elevado número de rupturas matrimoniales es indicador de una sociedad donde la falta de compromiso, de fidelidad y corresponsabilidad predominan en la mayoría de las relaciones interpersonales. Expresa una marcada incapacidad para afrontar dificultades en común, una falta de diálogo verdadero y una elección de vida basada en el imposición del YO frente al otro, con la pretensión de salvaguardar una idea de libertad individual adulterada y hecha a nuestra medida. Tenemos a nuestro alcance todo tipo de recursos que nos hacen sentirnos ficticiamente dichosos. El trabajo, la familia, la persona, la educación, sólo son un medio para la consecución de nuestros fines. Hemos convertido las relaciones humanas en un trato "mercantil", donde intercambiamos al mismo nivel bienes materiales, emociones, sentimientos….Hemos construido una sociedad amparada en el imperio del bienestar, en la que no podemos estar-bien de forma duradera con nadie…. ¿No es un contrasentido? ¿Es esta la naturaleza genuina del hombre? ¿Dónde esta nuestro verdadero hogar?

Si tuviéramos que construir nuestra biografía, nos daríamos cuenta que el guión de la misma se iría llenando de personas concretas junto a las que hemos vivido infinidad de experiencias de todo tipo… Así es nuestra historia, desde que nacemos tratamos de vincularnos a los demás porque necesitamos comunicar con transparencia nuestra existencia a alguien y necesitamos para ello de un marco estable, donde poder construir un hogar, una amistad sincera, una familia verdadera mediante el compromiso responsable y libre. El estímulo que inspira y sostiene estas realidades humanas es el amor. Cuando amamos y nos entregamos a fondo perdido a los demás, somos capaces de comprender toda nuestra historia, la historia del otro y fundirlas en una misma narración no sujeta a esquemas de espacio y tiempo. ¿Cómo podemos crear este tipo de relaciones?, ¿Cómo superar el miedo al fracaso? Estableciendo en primer lugar una sincera y honesta relación con el Autor que sustenta y da sentido a nuestra historia. Él es el Amor que espera en el interior de cada hombre a que le dejemos transformar y recrear este mundo; es el Eterno que impregna de eternidad nuestras obras temporales. Si cada vez que nos encontramos con un amigo, con nuestra esposa, con nuestros hijos, con nuestros compañeros… somos expresión de esta RELACIÓN, recuperaremos la confianza en los demás y en nosotros mismos, y nos sentiremos dichosos porque estamos viviendo en plenitud.

Manuel F. Fajardo Rodríguez

sábado, 2 de junio de 2007

“La vida de los otros” de F. H. von Donnersmark

Hace unos días pude disfrutar de esta excelente película alemana. Os invito a verla, pues aún está en algunos cines. Es una película formalmente austera, pero de gran profundidad, que no te deja indiferente. Fue galardonada como Mejor Película de Habla No Inglesa en los pasados Premios Oscar.


Comienza en 1984, año cargado de simbolismo, ya que sirvió a G. Orwell para titular su libro 1984, en el que presenta una realidad semejante a la que describe el director de esta película: una dictadura totalitaria que controla sin límites la vida íntima de los ciudadanos.
El filme se desarrolla en la antigua Alemania del Este (RDA). Está basada en la historia oscura de la Stasi o Ministerio para la Seguridad del Estado. Este servicio de espionaje fundado en 1950, fue considerado uno de los más poderosos y efectivos de la época, dada su alta efectividad a la hora de eliminar todo lo que pudiera desestabilizar al régimen socialista. Todo tipo de disidentes políticos, intelectuales y artistas eran objeto de su control, formando con sus nombres verdaderas listas negras.
La trama comienza cuando un capitán de la Stasi recibe el encargo, de su corrupto superior, de espiar a un reconocido escritor sumiso al sistema, pero que tantea amistades con disidentes intelectuales del mundo del teatro. En este vigilante se crea un vínculo afectivo hacia el escritor y su novia, una famosa actriz, y hace experimentar al espectador la tormentosa sensación de tener que optar entre la fidelidad a un sistema implacable, o jugarse el tipo por esa nueva realidad que descubre, que le sorprende e ilusiona profundamente.
El ansia de poder corrompe hasta límites extremos a los líderes de la Stasi. No dudan en infundir miedo mediante represión o amenaza y, si es necesario, levantar falsas sospechas sobre sus enemigos. En esta situación asfixiante, los tres protagonistas van creciendo en integridad personal y en confianza en sí mismos. Dejan de someter sus aspiraciones más humanas a los límites impuestos por el estado opresor. Nace en ellos una nueva esperanza cuando comienzan a arriesgarse por amor.
Para terminar, me gustaría concluir con palabras del propio director, que nos ayudan a descubrir la intencionalidad de la cinta: ".... La vida de los otros, desarrolla la capacidad de los humanos de hacer lo correcto, sin que importe lo lejos que se hayan adentrado por los senderos equivocados..."
Manuel F. Fajardo Rodríguez

"Suite Francesa", de Irène Némirovski

Aconsejo a los lectores del blog este libro que he leído recientemente y que me ha conmovido bastante, tanto por la trágica vida de su autora, Irène Némirovski, como por la desgarradora historia que cuenta.
La obra, ambientada en la invasión nazi de Francia durante la Segunda Guerra Mundial, consta de dos partes. En la primera, titulada Tempestad en Junio, Némirovski narra el éxodo sufrido por los parisinos durante la ocupación alemana. Es el relato desgarrador de una situación real sufrida por miles de personas, entre ellas la autora, y en el que de un modo magistral se nos muestra la realidad contradictoria del ser humano, lo mejor y lo peor de éste, que especialmente aflora en las situaciones límites de muerte y penuria.
La segunda parte, Dolce, es el relato vibrante de la convivencia en un pequeño pueblo francés entre invasores e invadidos. En medio de la guerra parece posible el amor y la amistad. Así parece serlo para la protagonista de esta segunda parte, una mujer francesa que se enamora de un joven soldado alemán.
La fuerza de esta obra, que su autora concibe como una gran sinfonía humana, al modo de Guerra y Paz, reside en la trágica experiencia de vida que ella misma tuvo. Nacida en Kiev en 1903, tuvo que abandonar Rusia tras la revolución de 1917. Su familia, judía y adinerada, se estableció en París en 1919, donde ella recibió una exquisita educación. Se licenció en Letras en la Sorbona. En 1929 envió su primera novela, David Golder, a una editorial. Temiendo el rechazo no incluyó ni el nombre ni su dirección. El editor tuvo que publicar un anuncio en la prensa para poder conocer al autor de aquella obra brillante. Era el comienzo de una exitosa carrera literaria, que en pocos años la convertiría en una escritora de prestigio. Pero la Segunda Guerra Mundial cambió radicalmente su vida. El 13 de julio de 1942 fue detenida por los gendarmes franceses y enviada a Auschwitz, donde murió asesinada el 17 de agosto. Su marido fue deportado tres meses después y también murió en Auschwitz. Las dos hijas del matrimonio sobrevivieron escondidas, gracias a los desvelos de sus tutoras.
No menos sorprendente fue el camino seguido por Suite Francesa hasta llegar a ver la luz. Se hallaba escondida en la maleta que portaban las dos hijas huérfanas de Iréne en su continua escapada de los gendarmes del régimen colaboracionista de Paris. Su hija Denisse que la salvó no se atrevía a abrir el manucristo, le bastaba mirarlo, pues una vez que intentó leerlo le resultó muy doloroso su contenido. Pasaron los años y con el tiempo, será la otra hija, editora de profesión, la que dará el paso de rescatarlo del olvido y donarlo a una institución para su publicación.
Espero que os animéis a leer esta impresionante novela que a mí me ha cautivado y que espero os cautive también a vosotros. Merece la pena.

viernes, 18 de mayo de 2007

Frank Capra: cine que humaniza (3).

Los valores, anteriormente expuestos, transmitidos con un exquisito sentido del humor y una gran calidad cinematográfica hacen de Frank Capra, uno de los grandes genios del cine americano de todos los tiempos. Sus películas producen en el espectador junto a una sensación de alegría y esperanza, una actitud crítica frente a los poderes que hoy, al igual que en su época, tratan de manipularnos pasando por encima de nuestra libertad, de nuestras creencias y de los valores auténticamente humanos. Por todo ello, su cine cargado de humanidad, está y estará siempre de actualidad.

Para adentrarse en su obra y gozar de ella, recomiendo los siguientes títulos:

- JUAN NADIE: una de las películas más célebres de Frank Capra en la que mezcla con gran sabiduría la crítica social con la comedia romántica. Juan Nadie (Gary Cooper), americano gris y medio, representante típico de la mayoría silenciosa, se ve forzado a combatir en solitario contra los omnipotentes dragones de las finanzas y la política. Es un loco quijotesco que justifica su caída en el pesimismo y la desesperación, y que sufre inquietantes tendencias suicidas.

- CABALLERO SIN ESPADA: James Stewart, Jean Arthur y Claude Rains protagonizan esta galardonada película de 1939. Es la historia de un monitor de boy scouts idealista (señor Smith) que llega al Senado representando a un estado de la América profunda y es acogido con escepticismo. Apenas recuperado del shock que para él significa este contraste, el señor Smith es acusado de farsante y mentiroso por una poderosísima maquinaria de intereses, políticos, económicos y mediáticos, que se alzarán en su contra por su negación a someterse a la corrupción existente.

- QUE BELLO ES VIVIR: una película vigorosa y conmovedora en la que Frank Capra pone de manifiesto un extraordinario sentido del humor y un eterno optimismo. George Bailey es un padre de familia que dirige una empresa que concede créditos a gente humilde. Cierto día, su tío Billy pierde ocho mil dólares de la compañía, lo que coloca a la empresa al borde de la quiebra. Bailey decide suicidarse pero Clarence, un ángel de segunda fila que hace méritos para conseguir sus alas, es enviado a la Tierra para impedir el suicidio...

- VIVE COMO QUIERAS: un día el cabeza de familia decide que ya ha ganado suficiente dinero y que pasará los próximos 30 años divirtiéndose junto a las personas que quiere. Pero ahora debe concentrar todo su ingenio en luchar contra Edward, que quiere apoderarse de la propiedad de la familia, para culminar un proyecto empresarial despiadado.

martes, 15 de mayo de 2007

Como agua de mayo

Por la ladera del monte corre fresca y viva la acequia de mi pueblo. Es una imagen renovadora para el que la contempla en estos tórridos días de mayo. En aquellas pendientes abruptas, ese canal de sabia derrama una corriente de salud y vida en tierras a menudo secas. Un despliegue de frescura y esplendor que no podemos admirar en nuestras ciudades, cubiertas de cemento, edificios, agitación, prisas, nervios... donde multiplicamos nuestras necesidades, al tiempo que olvidamos dónde encontrar lo realmente necesario. Aquella pequeña cascada me lo hizo patente de nuevo. Por muy árido que parezca nuestro mundo, siempre existirá una corriente llena de vida y esperanza. Sólo hay que esperarla, como el campesino espera el agua de mayo: trabajando la tierra y preparando los surcos para el riego. Luego, pararse a contemplarla, como el que se admira al recibir el regalo más preciado.

Manuel Quintana M.

domingo, 13 de mayo de 2007

Frank Capra: Cine que humaniza (2).

La obra de Frank Capra (1897-1991) se encuadra en la sociedad estadounidense anterior a la segunda guerra mundial, que atravesaba por un periodo de oscuridad y depresión, que nuestro director afronta con un cine cargado de optimismo y de fe en la bondad del hombre.

No han sido pocos los críticos que lo han tildado de ingenuo, de simplista y de acaramelado. En definitiva, de no tener los píes en la tierra y de hacer cine de espaldas a la realidad. Pero ¿Es realmente así la obra de Frank Capra?

Ni mucho menos, nuestro director sabe que hay dos formas de ver la botella: medio llena o medio vacía. Las dos son reales y las dos se dan en la sociedad de su tiempo y en todas las épocas de la historia. Su filmografía subraya por activa y por pasiva la bondad, la humildad, la solidaridad, la búsqueda de la felicidad, en definitiva, la botella medio llena. Sus protagonistas personas sencillas, nobles y capaces de sacrificarse por los demás, luchan para que esa parte de la botella llena de sentido, venza a los poderosos, a los avariciosos y a los manipuladores que aparentemente son los triunfadores, pero que en realidad están vacíos y solos.

Capra está convencido de que no son las ideologías o los poderes, sean del tipo que sean, los que harán del mundo un lugar mejor. La fuerza que puede hacer cambiar el mundo es la bondad que se halla en todas las personas y que se expresa a través de actos pequeños e individuales pero revolucionarios.

miércoles, 9 de mayo de 2007

"Una fe con raíces": Encuentro del 1 de Mayo


El martes 1 de mayo nos reunimos en la Parroquia de San Juan María Vianney de Granada unas 200 personas provenientes de 12 parroquias de Salobreña, Motril, Loja, la Alpujarra, Lecrín y la citada San Juan Mª Vianney, anfitriona del Encuentro. En torno a un sencillo programa, el motivo principal de la jornada era compartir juntos nuestra fe cristiana, una fe que hoy en día se halla amenazada en una sociedad laicista y que necesita para sobrevivir y poder interpelar al hombre de hoy, unas sólidas raíces en Dios y la comunión interpersonal.

Tras una bella presentación en power point de las parroquias presentes, el tema-reflexión: Vivir y educar en la fe en un mundo laicista, desarrollado por D. Román Martínez Velázquez de Castro, párroco de San Juan Mª Vianney, nos introdujo a todos en una realista, concreta y profunda reflexión sobre las causas que en la actualidad amenazan, a nivel personal y social, una vivencia madura, comprometida y gozosa de la fe. A lo largo de casi una hora y teniendo siempre como horizonte el mensaje evangélico, fue desgranando situaciones y experiencias que vivimos cotidianamente en nuestras parroquias, en las familias, en los distintos ámbitos de la vida pública e incluso a nivel personal, y que lejos de consolidarnos en la fe nos hacen naufragar y experimentar la fragilidad de nuestra humanidad cuando se desarraiga de quien es la verdadera fuente de vida del hombre: Dios.

La reflexión de D. Román abrió paso a un posterior encuentro por grupos para dialogar y compartir experiencias y puntos de vista. Muchas y ricas intervenciones se oyeron en los más de 10 grupos en los que nos dividimos, donde parecía unánime el sentimiento de cercanía y facilidad para comunicarse, “es como si nos conociéramos de toda la vida”, comentaba un joven venido de Órgiva. Fue éste un momento formidable para conocernos más a fondo y saber de la vida en las distintas comunidades parroquiales.

Más tarde, en el acogedor patio de San Juan Mª Vianney tuvo lugar la comida compartida. Cada cual aportó su especialidad para la ocasión y era hermoso ver cómo la comunión reinante se materializaba también en el intercambio de los bienes traídos por cada uno.

La nota cultural y artística de este día la pusieron dos músicos afincados en la Alpujarra granadina, un guitarrista y una violonchelista, que con un amplio y variado repertorio de obras de Albéniz, Falla, Granados,… nos sumergieron en la belleza de la música clásica española.

El final de la Jornada tuvo lugar con la celebración eucarística. En ella escuchamos la Parábola del Sembrador, que nos animó a todos a ser esa “tierra buena” sobre la que Dios siembre su palabra con el fin de dar buen fruto. La alegría de haber encontrado a Dios en nuestras vidas se respiraba en el ambiente de la celebración. El deseo de ofrecernos como instrumentos suyos para la renovación de nuestra sociedad era el compromiso que reflejaban nuestras peticiones y propuestas.

Si alguna palabra puede resumir el día vivido juntos es la de “gratitud”. Gratitud a Dios y de los unos hacia los otros. Como alguien decía al despedirse: “Ha sido un día lleno de humanidad, que me hace estar feliz y salir renovada”. Deseo, como muchos de vosotros, que pronto volvamos a vernos, mientras tanto, sabemos que, aunque cada uno desde su lugar, trabajamos juntos en la transformación de este mundo.

martes, 8 de mayo de 2007

"Divina Comedia" de Dante Alighieri

La Divina Comedia es una de las obras cumbres de la literatura mundial, entre otras razones, porque es citada innumerables veces por los autores contemporáneos, y porque a comienzos del siglo XIV, fecha de su redacción, fue toda una revolución ya que su autor muy metido en la historia de la época, expresa en ella las luchas entre el imperio y los reyes, el Papa y el Emperador, entre las mismas ciudades italianas, entre el papado y los reformistas, … y da una visión novedosa de todo aquel entramado de la Edad Media, que mucha veces nos lo pintan oscuro y que fue sobre todo una época de mucha luz.


Es muy recomendable su lectura, aunque puede resultarnos un poco difícil, primero porque Dante escribe en verso, y nosotros lo leemos traducido en prosa, luego porque es necesario ir leyendo las notas que van explicando cada uno de los pasos que da, porque si no el lector se puede sentir perdido. A la vez, nos vamos a ir dando cuenta de la calidad del libro, porque el autor conoce a la perfección toda la cultura griega y latina, entre otras cosas porque el que conduce a Dante en gran parte del libro es el gran poeta Virgilio, que representa a la razón y dónde puede llegar el hombre con ella delante de Dios. Pero también, conoce a la perfección y cita la Sagrada Escritura, los Santos Padres, la filosofía antigua y medieval, los grandes teólogos de su época,… Si queremos darnos un baño en un mundo de valores humanos y divinos necesitamos leerla.

En el tiempo que escribe Dante, existían dos tipos de géneros de escritos, las tragedias que acaban con la muerte del protagonista, y las comedias que son una historia con alguna recomendación. Dante habla de la muerte, de lo que nos espera tras esta vida, pero su libro no acaba mal, por ello, le puso el título de Comedia divina, ya que habla de lo que Dios hace por cada uno de nosotros. De hecho en la última parte del libro Dante es guiado por la gracia divina, representada en su amada ideal llamada Beatriz, que lo lleva a la contemplación de la vida del mundo futuro y de Dios.

Nos ha llegado a nuestra vida el adjetivo dantesco para describir todo aquello que nos parece terrible y destructivo, que es como se describe el infierno en esta obra, y es cierto que usa unas imágenes de gran crudeza, pero que nos ponen en la verdad y en la realidad del mal en nuestro mundo. La obra tiene tres partes, la primera el Infierno, la segunda el Purgatorio, donde están como el mismo dice los que quieren ser como un junco que se dejan llevar por el viento, los que son corregidos con lo contrario que hicieron en este mundo, así por ejemplo, se encuentra con unos que están siempre corriendo, que son los perezosos, otros están tumbados en el suelo comiendo tierra y de espaldas hacia Dios, representan la avaricia del que solo quiere lo de este mundo. Por último llega al Cielo o Paraíso, donde a través de diversas etapas, nos da una verdadera lección de vida y teología, reflexiona sobre la libertad, la redención, la contemplación, lo que nos espera después de a muerte, y sobre la Iglesia, de la que critica lo negativo y ensalza todo lo bueno ya que es la que nos lleva a Dios.

lunes, 7 de mayo de 2007

Frank Capra: cine que humaniza (1).

El llamado tradicionalmente séptimo arte, hoy tiene poco de arte y mucho de negocio. Las películas se miden por su recaudación. Se nos bombardea con lo más bajo y ruin de la naturaleza humana: violencia, intrigas, traiciones…. Se nos proponen patrones de vida totalmente desquiciados: familias rotas, relaciones marcadas por la infidelidad, utilización de la otra persona en provecho propio... Todo esto con la excusa de que es lo que vende y lo que demanda el público.

En contadas ocasiones se busca transmitir un mensaje que ayude al espectador a descubrir la verdad de las cosas, a encontrarse con lo más auténtico de sí mismo y le anime a mirar la vida con mayor optimismo y valentía. Al contrario, lo hunde cada vez más en lo más sucio y despreciable de este mundo. Son muy pocas las películas que además de entretener, dignifiquen al espectador y le hagan levantarse de su butaca reconfortado, descansado y con la impresión de haber asistido a algo bello.

Ahora bien, no caigamos en el desanimo, entre tanta bisutería falsa y aparente han existido y existen perlas cinematográficas, lo que sucede es que cuesta encontrarlas pues no son las que se nos proponen, frecuentemente, en nuestros canales televisivos y en nuestras salas de cine. Una de esas perlas es la obra cinematográfica de Frank Capra.

viernes, 4 de mayo de 2007

Sensus Communis

Sabemos cómo llegar a la luna, cómo comunicarnos al instante con cualquier lugar del mundo, cómo sanar enfermedades que no hace mucho eran incurables… ¿pero sabemos vivir? Sí, vivir la vida normal, la cotidiana, la que nos exige cada día tomar esas pequeñas o grandes decisiones que al final son las que nos llenan de paz o de angustia, de ilusión o desesperanza.

Bastaría con girar la cabeza a nuestro alrededor, o tal vez con dirigir la mirada hacia uno mismo y nos daríamos cuenta enseguida de que el esplendor de este frágil tesoro que es la vida con frecuencia se ve empañado de sinsabores, sinsentidos e insensateces que unas veces nos rodean y otras salen de nosotros mismos.

Vivimos en un mundo de lo parcial, lo subjetivo. Cada uno actúa como se le ocurre, pero sin preocuparse demasiado de si habrá una lógica subyacente en medio de todo este devenir. Así se nos vuelve cada vez más imposible educar o corregir, porque lo que yo estimo que no es bueno, tal vez para otro sí lo sea, y viceversa. Sin darnos cuenta, en aras de esta falsa libertad, cada vez caen más verdades comunes, y se crean cada vez más verdades parciales (“mi” verdad), que ni satisfacen humanamente, ni producen aquello que la auténtica verdad genera: el encuentro y la comunión.

Si están de acuerdo conmigo en este resumido análisis de la realidad, también lo estarán en que se vuelve de rabiosa actualidad esta frase entresacada de la Biblia, del libro de los Proverbios : “el que se fía de sí mismo es un necio, el que procede con sabiduría se salvará” (Prov 28,26).

¿Y en qué consiste este “proceder con sabiduría”? A comprender esto es a lo que trata de ayudarnos esta perla de la cultura judeo-cristiana que reúne dichos y refranes recopilados durante siglos, y que conocemos como el Libro de los Proverbios. No tiene otra intención que la de mostrarnos cómo alcanzar una vida en plenitud y con el menor número de sobresaltos.

Ciertamente habrá que tener en cuenta en su lectura la gran distancia temporal y cultural que nos separa del ambiente en que se generaron aquellos dichos. No obstante, aquel que sepa despojarse de prejuicios al mismo tiempo que hace una lectura crítica, encontrará en ellos abundantes sugerencias y estímulos para adquirir aquel al que llaman muchos “el menos común de los sentidos”.

Me gustaría en este blog compartir con el que lo desee la lectura de algunas de estas perlas de nuestra tradición. Para comenzar les dejo con una que puede servir de clave para el resto: “el principio de la sabiduría es el temor del Señor” (Prov 1,7). Es decir, que para “saber vivir”, es necesaria la reverencia, respeto y amor a Dios.

Manuel Quintana M.

Pascal y sus cosas


Hola amigos:

Estoy leyendo en estos días los "Pensamientos" de Blaise Pascal, un pensador francés, del siglo XVII. Fue contemporáneo del rey Luis XIV, del filósofo Descartes y de los dramaturgos Corneille, Molière y Racine. La figura de Pascal es tremendamente atractiva, ya que desde muy pequeño dio muestras de ser un espíritu inquieto, que sorprendía a propios y extraños con sus preguntas y planteamientos. Una característica de su personalidad, que le granjeó muchas enemistades, fue la de cuestionar la pretensión de verdad absoluta de las ciencias y la técnica. Cuestionamiento que resulta tanto más significativo teniendo en cuenta que él era un genio de las matemáticas y de la física, en cuyos campos hizo notables hallazgos. Además fue el inventor a los 18 años de la calculadora mecánica. Realmente es todo un personaje. Si podéis os aconsejo leer su biografía y sus "Pensamientos". Como me gustaría ir compartiendo con vosotros la lectura de Pascal os dejo algún que otro pensamiento suyo. Espero que os guste.

"Vanidad de las ciencias.
La ciencia de las cosas exteriores no me consolará de la ignorancia de la moral en tiempos de aflicción, más la ciencia de las costumbres me consolará siempre de las ciencias exteriores" (Pensamientos 23)

"Condición del hombre.
Inconstancia. Aburrimiento. Inquietud" (Pensamientos 24)

"Quien no ve la vanidad del mundo es bien vano él mismo.Por tanto, nadie la ve, con excepción de los jóvenes que están en el ruido, en la diversión, en el porvenir. Pero quitadles sus diversiones y les veréis consumirse de fastidio. Sentirán ahora su nada sin conocerla, pues es ser muy desdichado estar dentro de una tristeza insoportable, en cuanto se está reducido a considerarse uno a sí mismo y a no estar divertido" (Pensamientos 36)

"¡Qué vanidad la de la pintura, que atrae la admiración por su semejanza con cosas cuyos originales no son admirados!" (Pensamientos 40)

"Cuando se lee demasiado rápido o demasiado despacio no se entiende nada" (Pensamientos 41)

"Pocas cosas nos consuelan porque pocas cosas nos afligen" (Pensamientos 43)

jueves, 3 de mayo de 2007

Comenzamos a caminar


Bienvenidos a este blog que hoy comienza su andadura. Queremos servir desde aquí a aquellos que intentan una reflexión y un encuentro sincero con el ser humano y el universo que habitamos. Queremos sostener e impulsar aquellas esperanzas y realidades que hacen esta vida gozosa, amable y con sentido suficiente para afrontar el día a día con todas sus luces y sombras.