domingo, 28 de febrero de 2010
EN CAMINO CON LA PALABRA - Ciclo C: Cuaresma 2º
domingo, 21 de febrero de 2010
EN CAMINO CON LA PALABRA - Ciclo C: Cuaresma 1º
martes, 16 de febrero de 2010
Cibersexo

En esa misma línea, hace unos días, el Ministerio de Sanidad en su «Estrategia Nacional de Salud Sexual y Reproductiva», de próxima implantación en nuestra sociedad, afirmaba que el cibersexo «permite participar en fantasías que, por determinadas condiciones físicas o sociales, o por miedo a la malinterpretación o el rechazo, no se atreverían a hacer realidad en la vida». Con ésta y parecidas intervenciones, el Ministerio plantea en su «Estrategia Nacional» una vivencia de la sexualidad evasiva, reduccionista y engañosa.
Y es que la realidad compleja y misteriosa de la sexualidad envuelve todo nuestro ser. Por un lado, conecta con nuestros instintos más básicos: supervivencia, protección, dominio, placer. Por otro lado, expresa de mil maneras nuestra necesidad de comunicación y unión con los demás. Son estos aspectos los que explican su poderosa y atractiva fuerza, que nos lleva a mitificarla y endiosarla. En la sexualidad se manifiesta nuestro ser más íntimo, con todas sus riquezas y miserias. Como expresión de nosotros mismos, la sexualidad puede ser maravillosa o tremendamente denigrante. Por eso no podemos banalizarla y convertirla en mero objeto de consumo, evasión o búsqueda egoísta de nosotros mismos. Una sexualidad vivida así al final se nos hace tediosa y frustrante. Sin embargo, cuando la sexualidad se convierte en expresión de entrega total, de verdadero amor al otro, ésta se hace una experiencia única de comunión y gozo profundo, que estrecha en las personas los vínculos del afecto y el cariño, alimentando su fidelidad y abriéndolos a seguir transmitiendo vida a los demás.
Indigna ver cómo a través de los medios, las políticas sociales, educativas y sanitarias, el mercado, etc., la sexualidad se ve una y otra vez banalizada, desposeída de su verdadero significado. Propuestas como la del cibersexo son engañosas porque significan una huida de la realidad, un refugiarse en “paraísos” ficticios, efímeros, adictivos, donde se refuerza mucho la soledad, los complejos y debilidades de cada persona. Un diálogo verdadero y constructivo con el otro entraña siempre respeto, donación, sacrificio, compromiso, son aspectos de los que la sexualidad no puede prescindir. Huimos del esfuerzo por madurar la propia sexualidad porque cuesta, sin duda no es un camino fácil y quizás nadie nos haya ayudado a recorrerlo, pero merece la pena intentarlo. La satisfacción que da una sexualidad integrada y armónica no tiene precio, pero hace falta personas que quieran buscarla.
sábado, 13 de febrero de 2010
EN CAMINO CON LA PALABRA - Ciclo C: T. Ord. 6º

miércoles, 10 de febrero de 2010
HACIA UN CONCEPTO INTEGRAL DE SALUD (I)

Si echamos la vista atrás, podemos comprobar que los clásicos no tenían especiales dificultades en alcanzar una idea clara de lo que es la salud. La palabra latina salus ya les daba idea de su significado. Nosotros debemos retroceder a la etimología para alcanzar lo que era evidente para ellos. Salus y salvatio, (en latín la U y la V, eran una sola letra), significan “estar en condiciones de poder superar un obstáculo”. De aquí se derivan sus equivalentes castellanas: salud y salvación. El término castellano “salvarse” incluye el significado original de “superar una dificultad. Si partimos de este significado, salud es el hábito o estado corporal que nos permite seguir viviendo (que implica, por ejemplo, .mantener nuestra identidad individual para relacionarnos “homeostáticamente“ con el medio, y la posibilidad de reproducción para perpetuar la especie), superando las dificultades del medio. Puede ocurrir que el funcionamiento normal de cualquier ser vivo puede estar alterado, sin poner en peligro la vida, y esto genere molestias o dificultades para el desarrollo normal de su actividad. Es por esto, que la salud incluye un cierto grado de bienestar físico, y de agrado en la actividad que es necesaria para vivir (bienestar psicológico); sin embargo, la salud no es bienestar. Más bien, el bienestar es, en cierta medida, una parte de la salud, es decir, es uno de los medios necesarios para poder seguir viviendo.
En el caso del hombre, seguir viviendo, no es sólo poder mantener la vida biológica, reproducirse o tener un cierto grado de bienestar suficiente para estos fines. Es, y de modo igual o más importante, poder actuar con su inteligencia y voluntad, llevando a cabo actividades que no pueden realizar los animales: trabajar, estudiar, etc. La salud que podríamos llamar meramente animal está en el hombre al servicio de actividades más altas: es un bien instrumental para la actividad espiritual. Así, se puede dar la situación paradójica de que, examinada la vida humana desde el punto de vista meramente animal, no exista salud y, sin embargo, considerada desde el punto de vista humano, sí que pueda decirse que la hay. Así, una persona que carezca de capacidad para reproducirse, o que tenga algunas alteraciones físicas o psicológicas puede, en muchas ocasiones, desarrollar su vida normalmente. Sirva como ejemplo, la típica expresión “Vamos tirando, con los achaques propios de la edad, pero no podemos quejarnos”.
Gracias a Dios, esto es así. Cuando nos olvidamos de esto, el hombre se “animaliza”, funciona únicamente por instintos y el mundo se convierte en una gran selva donde todo es una amenaza a mi supervivencia. En este contexto, solo sobreviven los más fuertes, y aquellos discapacitados que gozan de menos salud, se convierten en un lastre y hay que dejarlos en el camino. Por descabellado que parezca este razonamiento, existen corrientes filosóficas que desdibujan el umbral que separa a los hombres de los animales. Sirva de ejemplo el filósofo utilitarista Peter Singer. Para los seguidores de esta corriente utilitarista (Vease, por ejemplo Proyecto Gran Simio) se podría justificar la investigación con embriones humanos, la eutanasia y la eugenesia, además de la implantación de un rígido control demográfico. En Singer parece que lo importante es que se salvaguarde del dolor, del proceso del dolor, a los seres que pueden descubrirlo. Singer, llegó a expresar que «es más valioso un cerdo adulto que un bebé humano» o que «en un incendio, salvaría antes a un ratón que a un hombre con un daño cerebral irreversible».
No olvidemos, además, que el hombre privado de su espiritualidad y reducido a lo meramente biológico, es fácilmente manipulable y de esto ha dado buena cuenta la historia, como ejemplo pongamos los regímenes totalitarios comunistas y fascistas… pero esto es “harina de otro costal”.
Manuel F. Fajardo Rodríguez
sábado, 6 de febrero de 2010
EN CAMINO CON LA PALABRA - Ciclo C: T. Ord. 5º
viernes, 5 de febrero de 2010
Cómo construir una gran catedral
Para que sea auténtica la inspiración tiene que venir aderezada con una buena dosis de realismo, sin la cual se convierte en una mera fantasía sin contenido. Y esta mujer que nos habla creo que lo hace desde el realismo. Desde el realismo de una madre que cada día se preocupa de preparar la comida a sus hijos o de llevarlos al colegio. Desde el realismo de una esposa que no se conforma con mantener una relación distante con su marido. Y lo mejor es que me quedo con la impresión de que esta mujer no tiene nada de tradicionalista, sino todo lo contrario. Es una verdadera emprendedora.
Nos explica con un lenguaje claro y actual lo que hay en el fondo de cualquier experiencia cristiana: “el que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga” (Mc 8,34).
También me viene a la mente una frase del poeta granadino Miguel Ruiz del Castillo, que podéis encontrar en un pequeño monumento que le hace homenaje en la plaza que lleva su nombre, en la calle Padre Alcover de Granada: “Hacer las cosas por las cosas sin esperar la recompensa, que nunca las rosas reclaman su perfume”.
El homenaje a este poeta probablemente esté hecho de bronce. De muy superior envergadura es el homenaje al amor y la paz que cada día realizan en sus vidas personas que a menudo pasan desapercibidas ante sus semejantes... ¿también ante nosotros?
Por cierto, si os extraña el título de este artículo, ved el vídeo y comprenderéis…
miércoles, 3 de febrero de 2010
¿BARRERAS INFRANQUEABLES?
