domingo, 13 de mayo de 2007

Frank Capra: Cine que humaniza (2).

La obra de Frank Capra (1897-1991) se encuadra en la sociedad estadounidense anterior a la segunda guerra mundial, que atravesaba por un periodo de oscuridad y depresión, que nuestro director afronta con un cine cargado de optimismo y de fe en la bondad del hombre.

No han sido pocos los críticos que lo han tildado de ingenuo, de simplista y de acaramelado. En definitiva, de no tener los píes en la tierra y de hacer cine de espaldas a la realidad. Pero ¿Es realmente así la obra de Frank Capra?

Ni mucho menos, nuestro director sabe que hay dos formas de ver la botella: medio llena o medio vacía. Las dos son reales y las dos se dan en la sociedad de su tiempo y en todas las épocas de la historia. Su filmografía subraya por activa y por pasiva la bondad, la humildad, la solidaridad, la búsqueda de la felicidad, en definitiva, la botella medio llena. Sus protagonistas personas sencillas, nobles y capaces de sacrificarse por los demás, luchan para que esa parte de la botella llena de sentido, venza a los poderosos, a los avariciosos y a los manipuladores que aparentemente son los triunfadores, pero que en realidad están vacíos y solos.

Capra está convencido de que no son las ideologías o los poderes, sean del tipo que sean, los que harán del mundo un lugar mejor. La fuerza que puede hacer cambiar el mundo es la bondad que se halla en todas las personas y que se expresa a través de actos pequeños e individuales pero revolucionarios.

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