miércoles, 3 de febrero de 2010

¿BARRERAS INFRANQUEABLES?


Mirando la sociedad que nos rodea, con demasiada frecuencia personas y grupos que nos decimos creyentes caemos en tópicos que en nada ayudan al diálogo y el acercamiento. Con un gran simplismo nos parepetamos en tópicos inaceptables: “en este mundo cada cual va a lo suyo, la gente pasa de la Iglesia, pasa de las necesidades de los demás, pasa de la verdad…”
Seguramente ese juicio viene motivado por hechos que en parte dan la razón a apreciaciones tan parciales y destructivas. Lo cierto es que a fuerza de repetirlo lo hemos interiorizado y absolutizado tanto que venimos a situamos en dos orillas bien distintas. En un lado los que no comparten “nuestra fe”, “nuestros valores”, “nuestra forma de ver el mundo”, en definitiva: los que, según éstos, van a lo suyo y listo; y en el otro están los “buenos”, los “creyentes”, los “sensatos”.
Con el paso del tiempo, las orillas se van distanciando y lo que empezó como un arroyo que nos separaba, ahora es una riada. Los puentes se quedan pequeños y caen.
Para no contaminarse quienes se sienten en posesión de la verdad se atrincheran en tradiciones y grupos refugio; acaban por concebir la vida de fe como una lucha, una apologética, a la defensiva. Al final quedan como una subcultura ajena a este mundo que con suma dificultad ha de conquistar el mundo de los terrestres. Semejantes actitudes bien podrían verse reconocidas y caricaturizadas en una frase que oí hace poco: “Aquí todo el mundo va a lo suyo, menos nosotros que vamos a lo nuestro”.
Jesús, que siendo de condición divina se hizo uno de tantos… ¿se limitaría a instalarse en una de las orillas? Aquél que dijo: “No he venido a condenar sino a salvar”… ¿sería puente o frontera?
Ángel Moreno Muñoz

1 comentario:

AnaYebres dijo...

El relativismo ha creado tantas verdades como personas, tantas ideologias como culturas...y esto solo ha creado distancia entre nosotros, y desconfianza hacia el otro.
Hay distancia, pero tenemos un método infalible:el dialogo. Nuestro papel, ahora mas que nunca, es crear puentes con todos, sin excepción.
Muy oportuna la frase a la que haces referencia.Ya la habia oido, este pensamiento es mas común de lo que creemos.