lunes, 4 de enero de 2010

Encuentro con inmigrantes

El pasado día 20 de diciembre tuvo lugar en la Parroquia San Juan Mª Vianney un encuentro donde acudieron más de 130 inmigrantes del barrio y algunos miembros de la comunidad parroquial.

Son ya varios años los que llevamos conociéndonos. La parroquia ha sido el lugar que ha servido de punto de encuentro durante todo este tiempo. Muchos de los inmigrantes que se han acercado a esta parroquia lo han hecho pidiendo ayuda por distintos motivos, y hemos tratado de responder a estas necesidades con ayuda alimenticia, asesoramiento y orientación siguiendo de cerca sus problemas, búsqueda de empleo, entrega de ropa… y sobre todo y esencialmente, con una sincera acogida abierta a la relación fraternal. Otro grueso de estos inmigrantes, los hemos conocido por su participación en las distintas celebraciones y actividades que se desarrollan habitualmente en la parroquia.

En todos estos años se ha creado de manera natural una amistad entre estos inmigrantes y la comunidad parroquial, que va mas allá de las ayudas concretas que ofrecemos para solventar las dificultades inmediatas que les apremian. Se ha ido expresando un verdadero interés por conocernos sin que la cultura, la religión o la tradición sea un obstáculo para el acercamiento, sino todo lo contrario, un regalo para el otro de lo mejor de nosotros mismos.
Con motivo de la Navidad, y con el fin de celebrarla juntos compartimos esta tarde de domingo, en un clima de familiaridad y fiesta, con mucha presencia de niños. Don Román, párroco de San Juan Mª Vianney, saludó a los presentes, mostrando su satisfacción y alegría por encontrarnos todos y presentó la diversidad de procedencias que estaba reunida en el salón de actos: Marruecos, Argelia, Senegal, Brasil, Argentina, Bolivia, Colombia, Guatemala y Ecuador, el grupo más numeroso seguido por los marroquíes. Después introdujo las presentaciones audiovisuales y las actuaciones y bailes típicos que iban a suceder, y nos recordó la importancia de mantener las tradiciones y las raíces como don de los unos para los otros, para enriquecernos recíprocamente


Dos grupos integrados por mujeres ecuatorianas de distintas edades, nos recrearon con unos vistosos bailes, vestidas con trajes típicos de sus regiones. El público disfrutó mucho con las actuaciones y así se lo mostraron con sus largos aplausos.

Posteriormente, merendamos con un chocolate, dulces y bizcochos que la comunidad parroquial había preparado y con manjares tradicionales de Ecuador y Marruecos que trajeron los participantes. Es de destacar el esfuerzo realizado por estas personas, ya que en muchos casos prepararon estos platos con los alimentos que habían recibido como ayuda.

En algún momento de la tarde tuve presente el evangelio de ese domingo, la Visitación de Maria a su prima Isabel, el encue ntro de dos realidades aparentemente distintas, que se hace gozoso al descubrir que es una misma obra de Dios.

La despedida fue un “hasta luego”. Contentos por la convivencia, muchos mostraron su interés por volver a encontrarnos pronto.

Manuel F. Fajardo Rodríguez

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias.
Óscar Quiroga.